El apatito o la apatita es una de las piedras preciosas menos conocidas aunque es utilizado desde hace miles de años. Se trata de un mineral de la categoría de los fosfatos con cristales hexagonales y que está clasificado con una dureza de 4’5 ó 5 en la escala de Mohs.
Se trata de una familia de minerales con una amplia gama de tonalidades. Se puede dar en una masa de cristales que estén bien formados, aunque también pueden ser masas mal formadas o semiamorfas.
Es conocido, sobre todo, el apatito azul, por presentar tonalidades de azul de forma casi incolora.
En cuanto a su color, éste es variable. Puede que se trate de una piedra con un color incoloro, verdoso o de color parduzco. Se caracterizan también por el brillo vítreo de esta piedra preciosa.
El apatito, dentro del mundo orgánico, esta piedra preciosa tiene un papel muy importante como componente mineral que forma los huesos y los dientes.
Además, la apatita es la principal fuente de fósforo y fosfato que hay en el mundo y, por lo tanto, es imprescindible para la fabricación de los abonos minerales y es muy apreciada como piedra preciosa.
Propiedades de esta piedra
Químicamente, su composición es la siguiente: Ca5(PO4)3(F, Cl, OH). Se trata de un fosfato de calcio que contiene flúor o cloro, hasta en un 96%, en forma de sales. Sea como sea, según como sea la intensidad de la composición de la piedra preciosa (bien clorapatita o bien flúorapatita), podrá también presentar en su propia composición cierta cantidad de ácido silícico, y a veces también hierro y manganeso.
Su lustre es vítreo o grasiento.
Además de la variabilidad de sus colores, puede ser transparente u opaco. Esto es una característica esencial del mineral por el que es muy reconocido.
Su sistema cristalino es prismático y hexagonal si está bien cristalizado. En este caso, los cristales son bajos y gruesos o alargados. Los que no han cristalizado de la manera correcta se encuentran como masas granuladas, reniformes, fibrosas o globosas. Pueden ser macizos o granulares.
Como ya hemos mencionado, su dureza varía entre 4’5 ó 5 en la escala de Mohs, pero, además, su densidad es de 3’2.
El apatito es un mineral que es muy duro y muy pesado, pero, sin embargo, es frágil en cuanto a que carece de exfoliación, con fractura concoidea o irregular.
Además, este mineral se disuelve en los ácidos y también presenta muchas dificultades a la hora de fundirse. Tampoco le hace bien la temperatura, ya que pierde el color durante el calentamiento de la piedra preciosa.
La formación y los yacimientos del apatito
Se tratan de minerales bastante abundantes que en gran medida se encuentran como minerales accesorios de otros, sobre todo en rocas ígneas, pero también en los filones pegmatiticos o en grietas hidrotermales.
Aunque es menos habitual, también se forman en ambientes sedimentarios que tengan origen químico-evaporítico, o bien en forma de fósiles o depósitos de deyección como material de origen orgánico.
También debemos mencionar la posibilidad de hallar este mineral en rocas metamórficas.
Al encontrar este tipo de piedra preciosa es habitual hallarla como mineral accesorio de otras piedras como, por ejemplo, el cuarzo, la calcita, el rutilo, la magnetita, la leucita o la anatasa.
En cuanto a sus yacimientos, los más importantes se encuentran sobre todo en Latinoamérica. Se hallan en Perú (Huancavelica), Bolivia (Potosi), en México, aunque es poco frecuente, y en Brasil (en Bahía y Minas Gerais).
En Europa se encuentran otros yacimientos importantes en Austria, en Zinnwald. Pero también en Suecia, Alemania, Suiza (San Gotardo) o en Portugal (Panesqueira).
Del resto del mundo podemos mencionar Rusia, Estados Unidos, Canadá o Sudáfrica.
En España, esta piedra preciosa puede encontrarse en Logrosán, en Extremadura.
Uso del apatito en las joyerías
Se trata de una piedra preciosa que no se encuentra en las joyerías con mucha frecuencia. Aunque para el público es algo desconocido, se trata de un mineral muy valioso para los coleccionistas por sus diversas formas y colores.
Para los amantes de las joyas, el pulido de esta piedra preciosa supone un desafío impresionante. Esto es así porque la apatita bien pulida y tallada supone la creación de una gema con muchísimo valor. Las más grandes y bien talladas son muy raras de ver y, por tanto, objeto de deseo de muchos coleccionistas.
En joyería, se elaboran sobre todo pendientes y anillos, aunque, como ya hemos mencionado, no se encuentran con frecuencia en las tiendas físicas, aunque sí online mediante páginas web.
Se usa, sobre todo, por su poca dureza y también porque es un mineral de gran valor que, como ya hemos mencionado, es uno de los componentes principales de los abonos minerales por la gran cantidad de fosfato y fósforo que contienen.
Son muy reconocibles las piezas pulidas y elaboradas de Murcia por su inigualable color verde y por la paragénesis mineral (es decir, por su modo de origen) muy asociada a la hematites especular y a la calcita en las rocas alteradas jumillitas.
Historia del apatito
Fue el profesor de la Academia de mineralogía de Freiberg (Alemania), A.G Werner, en 1786 quien descubrió este nuevo mineral que hasta ese momento se solía confundir con otros de características muy similares.
A partir de entonces, se comenzó a estudiar sus propiedades y composición química, clasificándolo como un nuevo mineral de la categoría de los fosfatos.
Como ya hemos mencionado, es muy popular y conocida la presencia de este mineral en Logrosán, en Extremadura. La leyenda recae en la historia de que en Cercón de las Brujas se celebraban aquelarres en los que se arrojaban al fuego las piedras preciosas y éstas emitían destellos fluorescentes.
A modo de curiosidad, el apatito de esta tierra extremeña fue el que empleó Proust en 1781 cuando definió por primera vez el fluorapatito, caracterizado por ser un sólido cristalino duro y que también puede tener diferentes colores como el verde, el marrón, el azul o el violeta. Por supuesto, también puede que sean incoloros, como los apatitos.